Si hay algo que me gusta de la nueva colección Primavera-Verano 2011 de bolsos masculinos de Louis Vuitton es que se tienen ganado el adjetivo masculino con todas las de la ley. Nunca vi una colección en la que un bolso me inspirara la suficiente confianza como para atreverme a llevarlo encima, en una salida, de camino a la universidad o en mi día a día, y creo que eso es lo que buscamos muchos de nosotros, un bolso que se ajuste a nuestra necesidades pero que no se confunda con uno de mano para mujeres.Y la colección lo deja bastante claro. En tonos térreos, cenizas y marrones la colección respira un cierto aire vintage que se agradece mucho en sus diseños. Además, el anagrama de la firma se ve en todos y cada uno de los modelos pero sin llegar a ser algo escandaloso, forma parte del diseño sin más y se mimetiza con él.
