Si todavía hay alguien, aunque no lo creo, que dudaba que la tienda online de Zara no era un acierto aquí os dejo un dato objetivo: 1.200 pedidos pocas horas después de poner en marcha la tienda. La verdad es que era de esperar. Si las tiendas físicas están siempre a tope y no es que sean precisamente un ejemplo de orden, las ventajas que se consiguen comprando online superan con creces al temido miedo a pagar por internet.La repercusión en el mundo online ha sido enorme, tanto ruido ha generado que ha sido la campaña publicitaria perfecta y sin costar un solo euro a la compañía. Curioso, ya que Inditex siempre se ha caracterizado por no hacer publicidad.
A la espera lógica y el gran entusiasmo comprador por parte de todos los fanáticos de Zara hay que añadir el pequeño error que creó aún más revuelo, si cabe. Resulta que a los responsables de la web se les olvidó incluir en el código del site una descripción de la tienda con la que mostrase en los buscadores. A primera hora de la mañana del día del estreno al buscar la palabra “Zara” en Google se podía leer en el primer resultado: “Aquí hay que poner una descripción que indexarán los buscadores y que mostrará en sus resultados de búsqueda”. Lógico cuestionar la intencionalidad del error ya que ayudó considerablemente a la difusión.