Para muchos puede que el nombre de Thom Browne no signifique gran cosa, pero en Estados Unidos, y en el mundo de la moda en general, es el protagonista de una auténtica revolución estilística.Este diseñador estadounidense es el causante de que en los últimos tiempos los bajos de los pantalones masculinos hayan dejado a la luz los tobillos. Profundamente americano en su estilo, su inspiración la toma de personajes como el Steve McQueen de 'El caso Thomas Crown' o el joven John F. Kennedy en su etapa de senador.Pero es su idiosincrasia creativa, vanguardista y experimental, más propia del gusto europeo, lo que le ha hecho levantar pasiones y odios apartes iguales. Esta bipolaridad se intensifica a partir de que Brooks Brothers, rey del clasicismo masculino americano, lo invitó en 2007 a diseñar su colección de autor titulada Black Fleece, donde Browne muestra su lado más ortodoxo poniendo sus novedosos cortes al servicio de un cliente más clásico, pero igualmente deseoso de encontrar algo que lo haga singular.
Tras estudiar empresariales decidió probar suerte en el mundo de la actuación trasladándose a Los Ángeles, donde hizo algún que otro trabajo en publicidad. Era una época en la que los jeans y las camisetas eran la estética a seguir, como a él siempre le ha gustado ir a contracorriente empezó a juguetear con la moda vintage.
Vestía siempre de chaqueta, con ropa de épocas pasadas que un amigo reformaba. Llegó 1997 y se dio cuenta de que su vocación dramática no le llevaba a ningún sitio, así que vendió su coche, hizo las maletas y puso rumbo a Nueva York, donde un amigo le consiguió un trabajo en el showroom de Giorgio Armani.
De allí pasó a Club Monaco, propiedad de Polo Ralph Lauren, donde le brindaron la oportunidad de probar en el lado creativo de la firma. En 2001 lanzó la suya propia, Thom Browne, exclusivamente de sastrería a medida con la ayuda de un curtido sastre italiano, del que nunca revela el nombre por miedo a que vayan a robárselo; con más de 60 años de oficio, jamás le discute por muy estrafalarias que le parezcan sus ideas.En aquel momento no tenía capacidad para crear toda una colección, así que se confeccionó cinco trajes y se dedicó a llevarlos por toda la ciudad proponiéndoselos a los amigos.
No es hasta 2004 cuando se lanza prêtà-porter, pero no completo, ya que cada pieza que vende en su boutique de Tribeca está hecha amano.Su momento de gloria llega en 2006 cuando el Council of Fashion Designers of America (CFDA) lo nombra diseñador de moda masculina del año, llamando la atención los directivos de Brooks Brothers, que comenzarán las negociaciones para lanzarle una colección con el sello del vellocino.El selloThom Brownese ha vuelto de los más codiciados por las firmas de moda y complementos.Ya ha colaborado con el joyero Harry Winston y Samsonite. En España se pueden encontrar sus trajes en la boutique madrileña Gallery.
